martes, 9 de febrero de 2016

Dividida_Cap_27

DIVIDIDA
Capítulo 27

Lena





La plática con mi nuevo amigo Nam, me había dado la serenidad para pesar mejor las cosas.
Primero que nada, tenía que ir a ver a Jorge y resolver la situación en la que nos encontrábamos.
Subiendo por las escaleras del edificio me encontré con Cris que parecía haber discutido con Jorge. Al pasar por su lado ni siquiera volteo a mirarme, su presencia era fría. Tal vez tenía razón de ignorarme y tratarme con el látigo de su desprecio, después de todo jamás le había dado el lugar seguro en mi vida que tanto había pedido.
Por el momento suavizaría las cosas con Jorge, después iría a buscar a Cris para intentar darle una oportunidad a nuestra inexistente relación.
Llegue a la oficina y toque la puerta, la secretaria había salido por un café por lo que me atreví a continuar después de escuchar su voz decir “Adelante”.
-¡Hola Jorge!, vine a conversar- levanto la mirada y se quito los lentes
-No tengo nada que decirte Lena, la relación se terminó y eso es todo.
-En cuanto al trabajo yo…
-En cuanto a lo laboral, si así lo consideras puedes seguir trabajando, pero si me preguntas mi opinión, preferiría que te fueras.
-Lo sé, no es mi intención incomodarte mas, vine a entregarte mi renuncia.-deje el documento sobre el escritorio- No quiero perder mi casa, ¿Dime como puedo liquidar mi deuda con la compañía?
-No es necesario, al parecer no fui el único tonto que termino enamorado de ti. El señor Nam se ofreció a hacerlo pero antes Cristian había saldado el compromiso.
-¿Cristian pago mi casa?
-Así es, no me preguntes por que, no lo sé, tampoco estoy interesado en conocer el motivo. Me disculparas por no pedir te sentaras, pero me gustaría que trataras tus asuntos lo más pronto posible y te marches, tu compañía no es grata para mí.
No pensaba disculparme después de aquel derroche de grosería que aquel hombre humillado había tenido el descaro de demostrar, me trague el coraje y contuve las lagrimas.
-Eso es todo, acabo de entregar mi renuncia, el asunto de mi casa lo trataré con alguien más, solo me resta dar las gracias por todo. Espero que tus heridas sanen rápido.
Di la media vuelta y Salí casi corriendo del lugar, ese día llevaba zapatos bajos, lo que me permitía correr las escaleras sin problemas. De pronto alguien sujeto mi brazo y dijo.
-¡Lena, preciosa, que bueno encontrarte!- me abrazo de manera extraña enfrente de otro asiático desconocido.
-Hola Nam, es agradable verte- le dedique una sonrisa fingida.
-Te ves cansada, te llevaré a casa, pero antes quiero presentarte al socio de mi padre en corea, Choi Siwon, vino a al país a revisar algunos negocios de la familia.
-Un placer señor Choi Siwon-hice una reverencia
-Ella es la Señorita Elena Santoro, mi novia.

Sentí como el coraje regresaba a mi cuerpo, al ver la cara de paz del señor Siwon, no pude más que corresponder a su sonrisa.

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