lunes, 8 de febrero de 2016

Dividida_Cap_26

DIVIDIDA
Capítulo 26

Lena




Todos aquellos acontecimientos hacían que nuevamente reflexionara sobre el rumbo que me gustaría que mi vida tomara. Decir que no tuve padres que pudieran guiarme y aconsejarme sobre ciertos aspectos de las relaciones personales es una justificación algo tonta, pero es verdadera, mi hermano Francisco hizo un gran trabajo conmigo y con el resto de mi educación. Ya con el hecho de no salir delincuente podría tomarse como ganancia.
En conclusión mi actual vida no era la que yo esperaba, lo que me apasionaba era el baile, la danza, las expresiones corporales, no venderle paquetitos turísticos a extranjeros.
-Hola preciosa ¿Puedo acompañarte?- dijo un hombre que se encontraba parado de lado izquierdo de la mesa donde me sentaba sola a tomar un café.
-¿Perdón?- levante la mirada para ver quién era, para mi sorpresa el coreano estaba pidiendo mi autorización para invitarme unos tacos al pastor…se veían muy ricos por cierto.
-Lo que me faltaba, el coreano- dije en voz baja mientras me levantaba de la mesa para marcharme.
-El coreano se llama Cha Il Nam, y si no quieres que me quede está bien, tomo otra mesa.
-Está bien, puedes acompañarme ¿Pero si crees que puedes comprarme con una orden de tacos al pastor y un jugo con pulpa natural…? Da igual, en estos momentos nada me motiva, ni siquiera contestarte- le dije mientras tomaba mi anterior asiento.
-¡Ja, ja, ja, ja! ¿Sabías que su cultura es sumamente dramática?- informo mientras se sentaba frente a mí.
-y tú ¿Sabías que tu cultura es sumamente discriminante?
-Perdón, creo que tu ánimo no está del todo bien hoy.
-Mi ánimo no estará del todo bien en mucho tiempo- le dije mientras empezaba con el festín del cerdo enchilado.
-Pero eso no te quita el hambre ¿Verdad?- Sonrió
Le mire con pesadez y disgusto. Pero después de un momento no pude contener la risa de aquel bobo comentario.
-Escuche que no has ido a trabajar a la agencia y que terminaste tu compromiso con el chico “Oppa”[1]
Deje de comer mis tacos, use la servilleta para retirar los excesos de la salsa verde con guacamoles que se había ajustado a mis labios y contesté.
-Tu madre tiene razón de tener sus reservas con las hispanas ¿Sabes? Somos casquivanas
-¡Ja Ja Ja Ja Ja!
No paraba de reír, al parecer mi comentario le pareció muy gracioso. Le pude ver por primera vez una sonrisa genuina y verdadera, sin malicia y amigable, en ese momento se podría decir hasta guapo se veía el bendito coreano.
 -Ok. Confesión por confesión. Mi madre es Hispana, mi madrasta es quien las odia y por obvias razones como comprenderás. Pero que fue lo que paso con ustedes. Espera un momento, corrijo…Como se enteró Jorge que no estabas enamorada de él.
-Han pasado tantas cosas, pero demasiadas, una siempre peor que la otra, pero para terminar pronto. Jorge me sorprendió besando a su sobrino. El chico del café ¿Recuerdas?
-Si-Se inclinó hacia mí y dijo- Ese te va mucho mejor.
Pasamos cerca de media hora comentando lo que había sucedido con Cristian, Laurita, Alex, Jorge y todo el embrollo. Después de todo Nam, como me pidió que le llamara resultó ser una buena persona y un excelente psicólogo, escucho todo lo que tenía que decir, pude desahogarme completamente con él, algo que necesitaba hacia tiempo ya.



[1] Hermano mayor de una mujer, se usa para decirle así al amigo cercano MAYOR o al novio.

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