Capítulo 24
Lena
CAPÍTULO 24
Lena
Definitivamente
cuando no te llueve te relampaguea y para este caso la tormenta ya traía rayos
consigo.
Salimos
del ascensor y nos dirigimos hacia la poca luz que alumbrara una pequeña parte
del pasillo.
-Jorge,
yo te explico-intento dar la cara
Cristian
-Te
equivocas Cris, este embrollo es mío, yo lo resuelvo- conteste mirando a Jorge a los ojos.
-De
ninguna manera, el problema es de ambos-contesto
al tiempo que se colocaba a mi lado.
-Vete
Cristian por favor
-No,
aquí me quedo
-¡Cristian
ya vete! ¡Este es mi problema!- le grite y señale el ascensor que se abría en
ese preciso momento
Me
miro con tristeza y se fue.
Al
quedarnos solos Jorge y yo, quise enviarlo a pasar, pero estaba demasiado
enojado, solo quería una explicación.
-Solo
dime que es lo que pasa, Explícame-exigió
-No
tengo nada que explicar Jorge, las imágenes dicen todo, no me puedo justificar
y decirte que no es verdad lo que viste.
-No
puedo creer tu cinismo lena
-¡Ah!
Ya soy Lena nuevamente, no se cuales son los momentos en que paso de ser Lena a
Elena y Viceversa.
-Todo
lo que hice o dije era por nosotros, pretendía que tener una larga y pacifica
vida a tu lado y lo echaste a perder.
-No,
no eche a perder nada…-interrumpe
-Solo
dime una cosa “Elena” ¿sientes amor por mi?
-siento
por ti el amor que se llega a sentir por el más grande de los amigos, fuiste mi
hombro y mi bastón en los momentos difíciles de mi vida, te debo demasiado,
eres una persona sumamente importante en mi vida.
-¿Te
comprometiste conmigo solo por agradecimiento?-pregunto casi gritando, en un momento de furia se dio la vuelta y me
tomo por los hombros exigiendo una respuesta.
-No,
no fue solo por eso- dije
-¿Entonces?
¿Que otra cosa pudo ser? ¿La presión del momento? ¿Que todo el salón te lo
pidiera?
Al
escuchar esas palabras que tan bien describían la respuesta que fui incapaz de
dar, no pude decir una sola palabra, mis ojos gritaban “Si”, tienes razón es
por todo eso que dices, porque soy una tonta y una inmadura que ha estado
jugando con los sentimientos de otros.
Miro
mis ojos, se dio cuenta de lo que no puede expresar con palabras y me soltó. Después
de dos minutos sin decir nada parecía sereno.
-Fue
mejor de esa manera. Pintaba terrible mi suerte si llegara a casarme con una
pobre mujer inmadura que no tiene sentido alguno de la vida, ni siquiera tienen
un camino definido. Me voy lena, que puedas ser feliz algún día, solo no
lastimes mas a mi sobrino.
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