lunes, 18 de enero de 2016

Dividida_Cap_11

DIVIDIDA
Capítulo 11

Cristian






Abriéndose las puertas del elevador justo frente a mí estaba lena, revisando su agenda electrónica. Estaba radiante justo como la recordaba, tenía cerca de mes y medio que no la veía desde aquel penoso incidente.

El cabello castaño claro ondulado apenas debajo de los hombros brillaba con mucha intensidad con el reflejo de los rallos del sol mañanero, aunque bajita, los tacones que usaba le ayudaban a disimular más de 20 cm de altura que le sacaba y ni hablar de su curvilínea figura, para un hombre como yo era ideal, femenina y delicada, nada grotesco, pero con muy buenas medidas.

Levanto la mirada y se sonrojó al verme, se quedo callada.

-¡Hola Lena!- Le saludé, mi corazón latía demasiado recordándome lo que sentía.

-¿Qué tal Cristian?, ¿Cómo estás?- respondió ella al ver que no había ninguna escapatoria.

-¿Va para la reunión? Pretendía salir por un poco de aire fresco por que las oficinas me ahogan, pero Jorge marco requiriendo la presencia de todos- le comente regresando a la formalidad al hablarle de usted.

-Sí, debo estar presente para aclararles algunas dudas en caso de que surjan- aclaro sin mirarme a los ojos en ningún momento.

Subió al ascensor y no dirigimos ningún tipo de comunicación hasta llegar al destino final, cuando la puerta se abrió jorge estaba en espera de ella solicitando un reporte que había encargado con anterioridad.

-Pasamos a la sala de juntas por favor, son los únicos faltantes- Ordenó mientras abría la puerta permitiéndonos el paso.

En una mesa circular nos sentamos todos los socios, Jorge como presidente y cabeza de la empresa daba el reporte de las finanzas del mes, el abogado de la tía Susy (la gemela de papá) asistía en su nombre como apoderado legal, dado que ella vivía en el extranjero era imposible que viajara cada mes, prefería que este último se encargará de hacerle llegar el depósito de sus ganancias. También asistían 2 socios minoritarios de la compañía, jamás me aprendí bien sus nombres, eran dos viejitos que invirtieron los ahorros de su vida para comprar 2% cada uno.

La secretaria de jorge y lena estaban sentadas fuera de los socios, para mi tío no era ético mezclarlos con los trabajadores, por respeto a estos últimos, siempre lo admire por toda la determinación que mostraba para los negocios.

El balance del mes fue positivo, se veía que la mano de lena estaba beneficiando la economía de la empresa, era agradable escuchar esas palabras, y más aun, sabes que al menos una vez al mes podría ver su rostro ruborizado.

Acabada la sesión informativa, todos nos retiramos del lugar, como caballeros un saludo de mano formal marco el hecho de la partida.

El horario laboral en la agencia había terminado, pude ver como lena se retiraba acompañada de jorge, se notaba que su compañía le agradaba sobremanera, sonreían complacidos del resultado de la reunión. Creí que había comprendido que entre ella y yo no podía existir ni amistad por lo sucedido en valle, pero al verla con otro, imaginando que podían tener algo, aquel coraje y mal genio que sentí en esa ocasión surgió nuevamente.





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