jueves, 11 de febrero de 2016

Dividida_Cap_29

DIVIDIDA
Capítulo 29

Cristian




Claramente el destino se estaba ensañando conmigo nuevamente, primero Laurita y Alex, después Jorge, y ahora Lena. Estaba casi convencido que la relación que jamás tuvimos no la tendremos nunca, por sus ideas preconcebidas de lo que es correcto y lo que no.
La tarde casi terminaba y el sol empezaba a meterse tras el cerro que resguardaba la ciudad, la mayoría de los mecánicos habían salido del trabajo, así que el único disponible en ese momento era yo.
Una lujosa camioneta Ford Lincoln MKX negra, una belleza de auto, el dueño sabía de autos y también de derroche.
Me acerque a él para poder atenderlo como se debe, la puerta se abrió, un ligero olor a aristocracia se escapo del vehículo y un hombre que parecía estrella de cine bajo.
-¡Hola Chico Oppa!- me saludo con sarcasmo
-Señor Nam, ¿Acaso se le perdió la dirección de Lena y espera que yo se la devuelva?- correspondí
-No deberías meterla en una plática de caballeros, un hombre de honor jamás utiliza a una mujer en sus justas con otros caballeros.
-Pues claro está que ni usted es un hombre de honor, ya que se robo la novia del socio; mucho menos somos unos caballeros ya que nuestra platica desde que usted llego es sobre esa “dama”.
-Yo no le robé la novia a nadie, es más, si queremos ser justos, el culpable de la separación fuiste tú.
-¡Basta! ¿Necesita algún servicio? Porque estamos a punto de cerrar- le dije con mucha ira en los ojos.
-Pequeño chico Oppa, sabes, esta y muchas otras actitudes son por las que Lena no se decide a estar contigo. Mira madamas, a la primera complicación que se te presenta corres a los brazos de otro bombón, por que seamos sinceros, la francesita es un caramelo. Y esa niñería de correrme de tu negocio, por dios Cristian, madura.
-No soy un plátano para madurar señor Nam- fue lo primero que se me ocurrió antes de lanzarme a los golpes, pero eso solo respaldaría sus palabras.
-Sabes Cristian, la madurez no tienen nada que ver con la edad. Los años te dan años, pero la madurez te la da la experiencia, la manera en que superas y sales delante de los obstáculos que la vida te ponga enfrente, huir no te hará madurar, enfrentar las situaciones complicadas si lo hará.-no sabía si eso era un reclamo o un consejo.
-No estoy huyendo de los problemas señor Nam. Le estoy dando a Lena su espacio, para que pueda decidir que quiere hacer. Ese consejo déselo a ella que ha escapado de mí desde que la conocí
-Sus razones tendrá- contesto
-En todo caso, esta de más, ya tomo su decisión y no fui yo, no estuve a la altura de sus necesidades.
-En corea se pelea y se lucha hasta el fin por lo que realmente se quiere
-Pues ya pelee demasiado, y esta guerra está perdida- conteste con mucha tristeza
-Entonces no era lo que más anhelabas
-Usted que puede saber de amores señor Nam
No creí que los asiáticos estuvieran en pro de la violencia pero mis comentarios molestaron sobre manera al coreano aquel, me tomo por el cuello de la camiseta.

-Si conoces la dignidad no vuelvas a hablar de ninguna mujer donde solo hay hombres, se un caballero- me soltó, dio media vuelta, subió a la camioneta y se marcho.

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